A pesar de que la fotografía Boudoir lleva existiendo ya varias décadas, últimamente su popularidad ha incrementado alrededor del mundo. Sin embargo, no por ser cada vez más común, éste se salva de los tabúes y creencias falsas que se le asocian a este género fotográfico.
Desde confundirlo con otros géneros fotográficos similares, hasta excluir a personas quienes desean una experiencia Boudoir; te presentamos los mayores mitos sobre la fotografía Boudoir.
Sin duda alguna, el mito más común y problemático que se cree de la fotografía Boudoir. No es sorpresa que este mito exista (directa o indirectamente) gracias a los fotógrafos hombres. La mayoría de ellos dicen dedicarse al Boudoir, cuando la mayoría de ellos hacen un acercamiento a la fotografía Glamour y no Boudoir.
Puede que a simple vista la fotografía erótica, el desnudo artístico y el Boudoir parezcan sinónimos; pero son géneros fotográficos completamente distintos entre sí. Sin embargo, eso no quiere decir que estos géneros no puedan complementarse mutuamente.
¿Realmente tengo que estar desnuda para una sesión Boudoir? Puedes tomar un respirar tranquilamente porque la respuesta es un simple y directo no. Lo más importante para la fotografía Boudoir es la comodidad y seguridad de la modelo. Tu sesión es tu experiencia para liberarte y reconectarte contigo, siempre.
Todos, en algún momento, hemos visto y oído críticas hacia las personas (sobre todo a mujeres) que se toman fotos íntimas - críticas que varían entre "Las sube sólo porque quiere llamar la atención", "no tiene modestia", "es una exhibicionista", "¿viste cómo salió? de seguro se mete con todos", etc.
Es realmente triste que estos mismos juicios sean tan comunes porque as personas que hacen estos tipos de comentarios no se dan cuenta de que ellos son los únicos imprudentes en esta situación.
La sensualidad y la sexualidad han sido de los mayores tabúes en la sociedad, y debido a la naturaleza sensual e íntima de la fotografía Boudoir, ésta, junto a la personas que tienen sesiones así, son blancos de estos prejuicios. Así que dejemos esto claro:
Tomarte fotos íntimas NO te hacen una p***.
Toda sesión Boudoir es una celebración de nuestros cuerpos y de nuestra belleza. Nadie tiene el derecho de quitarte esta experiencia y tampoco pueden evitar que te sientas bellx y segurx.
Si bien la fotografía Boudoir es conocida principalmente por retratar a mujeres, esto no quiere decir que el arte Boudoir no pueda también celebrar al cuerpo masculino.
Usualmente se le atribuye el término Dudoir para distinguir y diferenciar las fotografías Boudoir con hombres de las fotografías Boudoir con mujeres. Sin embargo, no muchos fotógrafos Boudoir realizan también sesiones Dudoir, ya que el acercamiento a las poses masculinas es distinta a las poses femeninas.
No obstante, hay que aclarar que tales diferencias respecto al trabajo de las poses no es impedimento alguno para realizar sesiones Boudoir con personas de todo sexo, género y complexión. Una experiencia Boudoir es para todxs.
¿Te contamos un secreto? La belleza no tiene edad.
Uno de los motivos que la gente dice para no tener una sesión Boudoir es la inseguridad por su edad - tema completamente entendible. Vivimos una época en la que la juventud y la delgadez (e incluso hasta el tono de piel) las tenemos como sinónimos de la belleza y la salud.
Nos encontramos bombardeados constantemente por anuncios, influencers, noticias y entretenimiento que directa e indirectamente transmiten este mismo mensaje. En la industria del cine, por ejemplo, son más frecuentes los casos de actrices olvidadas tanto por Hollywood como por la audiencia cuando rebasan una edad; los numerosos casos de artistas y celebridades que se someten a múltiples tratamientos para conservar una imagen joven, etc.
Tal y como se mencionó en el punto anterior, estamos rodeados de anuncios que nos dan la falsa idea de que la belleza únicamente es para la gente joven, delgada y blanca. Esto ha generado que sigamos algunos cánones de belleza que también llegan a ser sumamente dañinos para la salud - vigorexia, desórdenes alimenticios, dismorfia corporal, abuso de vitaminas, sacrificar la comodidad por la urgencia de encajar, etc.
Cuando no encajamos en tales cánones de belleza, vivimos con una incomodidad sobre nuestra apariencia, y sentimos vergüenza en las ocasiones donde nuestro cuerpo es visible. Una experiencia Boudoir nos ayuda a darnos cuenta que a pesar que nuestros cuerpos no "entren" en estos cánones de belleza, tenemos una belleza sin igual.
Toda sesión Boudoir siempre será una experiencia tuya. Es un momento para apreciarte como (tal vez) nunca lo has hecho antes, así como también puede ser una experiencia para relajarte, divertirte y deleitarte al ver tus fotografías durante y después de la sesión.
Tu experiencia Boudoir nunca dejará de ser uno de los mejores regalos que podrás darte.
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